Aceite de oliva 2

No te engañen: Claves para reconocer un aceite de oliva auténtico

Hola, gourmets y amantes de la buena mesa, soy Willy Moya, chef del restaurante Poncio ubicado en Madrid, hoy les vengo a contar acerca del aceite de oliva y cómo detectarlo cuando no es de buena calidad. 

Seguro que en más de una ocasión has escuchado que el aceite de oliva virgen extra (AOVE) es el oro líquido de nuestra dieta mediterránea. Pero, ¿sabías que también es uno de los productos más falsificados del mundo? Sí, como lo lees. El 80% del aceite de oliva que se comercializa no es lo que parece. Y eso, amigos, es un auténtico timo para nuestro paladar y nuestra salud.

En nuestro restaurante, donde la calidad de los ingredientes es sagrada, nos duele ver cómo algo tan nuestro y tan valioso se adultera constantemente. Por eso, hoy te enseñamos cómo detectar un aceite de oliva falso y asegurarte de que solo lleve a tu mesa lo auténtico.

1. El precio: lo barato sale caro

Si encuentras un aceite de oliva «virgen extra» a un precio sospechosamente bajo, ¡alerta! Producir un AOVE de calidad tiene su coste (cosecha, molienda, envasado…). Un aceite demasiado económico casi siempre esconde trampa: mezclas con otros aceites o refinados que nada tienen que ver con el auténtico zumo de aceituna.

2. El envase: el cristal (oscuro) no engaña

¿Tu aceite viene en una botella transparente o, peor aún, de plástico? Malas noticias: no es un AOVE real. El aceite de oliva de verdad se envasa en vidrio oscuro o en lata para protegerlo de la luz, que lo oxida y estropea sus propiedades. Si el envase no cuida el producto, desconfía.

3. Fecha de cosecha y caducidad: sin ellas, no vale

Un aceite de oliva de calidad siempre indica la fecha de cosecha y caducidad. Si no las tiene, es señal de que algo falla. El AOVE es un producto vivo: cuanto más fresco, mejor. Si no sabes cuándo se elaboró, probablemente estés ante un producto rebajado o de baja calidad.

4. La prueba del picor: si no escuece, no es oro líquido

Este truco es infalible: prueba una cucharadita de aceite en crudo. Si es auténtico AOVE, notarás un ligero picor en la garganta (ese toque amargo y ardiente que los expertos llaman «puntuación»). Ese picor se debe a los polifenoles, antioxidantes naturales que solo están presentes en el aceite de verdad. Si no los notas, algo raro pasa.

5. El test del freezer: la prueba definitiva

¿Aún tienes dudas? Mételo en el congelador. Un AOVE real se solidificará en una hora, formando una textura cremosa o incluso cristalizada. Si sigue líquido como si nada… lo más probable es que esté adulterado con otros aceites más baratos (como el de girasol o colza).

El aceite de oliva es el alma de nuestra cocina, y en nuestro restaurante de Madrid nos tomamos muy en serio que sea auténtico, intenso y lleno de sabor. Por eso, queremos que tú también sepas elegirlo bien.

¡Salud, buen provecho y que nunca os den gato por liebre!

P.D.: En nuestro restaurante, por supuesto, solo trabajamos con AOVE de primera. ¿A que se nota en cada bocado? 

¡Te esperamos en Poncio!

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